De acuerdo a información obtenida por LA REPÚBLICA, la falla se detectó hace más de dos meses, cuando se advirtió que en un bebedero allí existente, donde los niños habitualmente proceden a cepillarse los dientes, el agua salía electrificada. De inmediato se ordenó cortar la energía, y a partir de ese momento la totalidad de los salones quedó sin luz. En diálogo con LA REPÚBLICA, un grupo de madres contó: “En el turno de la mañana, hay niños que se han retirado descompuestos por las bajas temperaturas. Para colmo, con la baja visibilidad existente en los salones, hay criaturas que tienen dificultades de visión”. Agregaron que “si esto no se resuelve a la brevedad, tenemos pensado realizar un reclamo frente a la escuela con todos los niños, dado que en medio de esta situación no vamos a permitir que sigan concurriendo a clase con temperaturas por debajo de los 0 grados”.
De acuerdo a lo que se nos informara, el costo de la reparación asciende a los $ 170.000, y desde Rivera se realizaron los trámites pertinentes “pero ya es la segunda vez que manifiestan que el dinero está aprobado pero a Rivera nunca llegó”, expresaron finalmente los padres.