Las mismas fuentes ubican en 68 el número de heridos, sin embargo, voceros hospitalarios mencionan 34 muertos y 152 heridos, según publica el sitio web del diario español El Mundo.
Uno de los siniestros tuvo lugar en la plaza de Sana, cerca del mausoleo del imán Musa al Kazem, en el distrito de Al Kazimiya de la capital iraquí, donde explotó un coche bomba. En otro atentado previo, al menos ocho personas murieron y más de veinte resultaron heridas, por el estallido de otro vehículo cargado con explosivos en el barrio de Al Shula, en el noroeste de la capital, al paso de peregrinos chiitas que se dirigían al mismo santuario.
Esta semana se había registrado otro ataque contra la peregrinación al santuario de Musa al Kazem, el séptimo de los doce imanes chiitas, que murió en el año 799 d.C., envenenado por los guardianes de la cárcel donde estaba recluido durante el reinado del califa Harun al Rachid (786-809 d.C.). El pasado jueves casi 70 personas perdieron la vida y más de 200 resultaron heridas, en una de las mayores cadenas de atentados perpetradas en Irak en lo que va del año, que en su mayoría han tenido como blanco a peregrinos chiitas.
El país ha vivido un resurgimiento de la violencia desde fines del año pasado, coincidiendo con el repliegue del ejército estadounidense tras ocho años de ocupación. También se suma la complicada situación política de Irak, inmerso en una crisis desencadenada tras la emisión de una orden de arresto el pasado 19 de diciembre contra el vicepresidente suní, Tareq al Hashemi, por supuestos delitos de terrorismo.
