“Si te hacés el piola y te quedás en la montaña, te morís… Lo bueno es que nada pasó y que la campaña de la donación de sangre sigue adelante”, agregó sobre uno de los objetivos de su viaje, desplegar la bandera de “Donar sangre salva vidas” en la cima de la montaña más alta del mundo.
En su relato, Arana dijo “Ir a hacerme el héroe con cualquier montaña de las de allá, que está muy segura la cosa, es fácil. Todo estaba muy bien armado, me fui con lo mejor del montañismo mundial, pero estas cosas sencillamente pasan. Un día subí y me entró la gripe. Yo prometí que de suceder algo, me bajaba inmediatamente. Tuve miedo cuando tuve que pasar la noche en la altura, porque no llegaba el helicóptero. Después me evacuaron, me acostaron y me estabilizaron. Me dio miedo porque estuve más tarde debajo de lo que yo hubiese querido… Más allá de que en un momento se complicó, siempre estuve a salvo”, aseguró.