Muy pocos adolescentes con edades que rondan los 17 y 19 años, llegan a debutar en Primera División. Escaso es el número en relación a todos los chicos que juegan fútbol infantil. Un ínfima parte, cercano al 0,014 % de los niños participantes de distintas ligas, llegan al lugar en donde están hoy estos dos muchachos. “Debutar en primera”, es el sueño de todo pibe tiene cuando toca una pelota de fútbol desde pequeño. Es el sueño que se acuna con aire de juego en las canchas de Baby fútbol de la Liga Palermo, entre otras. A ellos se le dio, a fuerza de sacrificio y talento, yendo a canchas alejadas lloviera o tronara. Siempre con el apoyo incondicional de su familia. En ambos casos, los actores que estuvieron en las buenas y en las malas acompañándolo a todos lados, son bien distintos. A Michael lo llevaba en bicicleta su padrastro a los entrenamientos; a Lucas lo acompañaba su mamá a todos lados. Ellos fueron privilegiados en tener a alguien que los acompañe. Quizás esa sea una de las principales causas de su magnífico presente.
Los dos chicos que hoy la “rompen” en River Plate, tuvieron quién esté al lado de ellos en cada momento. Otros en cambio, desde el punto de vista sociológico y haciendo eco de una estadística divulgada por el gobierno, integran el 60 % de la población de entre 15 y 19 años que no estudia ni trabaja. Son nombrados los “Nini”. A esta franja de jóvenes, que atienden el Mides (Ministerio de Desarrollo Social) y el Inefop (Instituto de Empleo y Formación) casi pertenecen estos deportistas que se “matan” entrenando todos los días. Quieren que el fútbol sea su trabajo. Quieren zafar de los “Nini”.
¿A qué adolescente amante del fútbol no le gustaría estar en el lugar de estos jóvenes que hacen sus primeras armas en primera división del fútbol uruguayo? ¿A qué gurí de los llamados “Nini”, no le gustaría tener la oportunidad que estos chicos tienen de estar en el plantel de primera división y que ya tuvieron su debut en el primer equipo? Muchos aspiran a llegar a ese sitio.
Estos son los dos jóvenes que día a día persiguen un sueño desde el Parque Federico Omar Saroldi, el recinto “darsenero”.
¿Cómo fueron sus inicios en el fútbol?
Lucas Olaza: Comencé a jugar a los 4 años en Lanza México, después pase a Cosmos Corindo. Después de hacer todas las infantiles allí, es que paso a la séptima división de River Plate y me mantuve hasta el día de hoy.
Michael Santos: Desde los 5 hasta los 9 años estuve en Wanderers de Pando. Después pasé por Nacional de la misma ciudad hasta los 11 años. Cuando cumplí 12 fui a jugar a San Luis también de Pando. A los 14 volví al “bohemio” y en antes de cumplir 15 me vine a River Plate.
¿Cuál fue el debut de ambos en Primera División?
L.O: Mi debut en el primer equipo fue con Guillermo Almada, en el Torneo Preparación frente a Nacional. En aquella oportunidad jugué 60 minutos.
M.S: Debuté en River cuando tenía 17 años. Fue en febrero frente a Rampla Juniors. El entrenador que me dio la confianza fue Carlos María Morales. No me olvido más. Jugué 35 minutos y me anularon un gol que supuestamente estaba adelantado.
¿Cuáles son tus características como jugador?
L.O: Antes jugaba como volante, ahora soy lateral izquierdo. Me defino como un jugador que tiene técnica y buena pegada. Soy de pasar al ataque permanentemente.
M.S: Siempre jugué como delantero. Soy rápido y bueno técnicamente. También voy bien arriba, buen cabezazo.
¿Cómo se sienten en River Plate?
L.O: Me siento muy bien, muy contento. El cuerpo técnico y los compañeros me han tratado siempre con buena onda. Estoy a gusto en River. Me gustaría quedarme un buen tiempo más.
M.S: Tengo una satisfacción bárbara porque no muchos tenemos la oportunidad de estar acá. Me siento muy contento por la posibilidad que se le ha dado a los juveniles y a los que estamos. Hay buen compañerismo.
¿Cómo valoran la oportunidad de ser tan chicos y ya formar parte del plantel de primera?
L.O: Es una oportunidad única que la aprovecho dando el máximo esfuerzo en cada entrenamiento. Y en un partido, cuando nos toque la oportunidad de jugar, hay que estar de la mejor forma para rendir al tope del rendimiento.
M.S: Muchas veces dudé si realmente podía llegar. Por suerte tuve a mi familia al lado que me dio fuerzas para seguir adelante. Creo que la oportunidad que tengo hoy es producto del sacrificio de levantarme temprano, irte en ómnibus, no tener plata y pedir prestado.
¿Qué mensaje le envías a los chicos de su edad que entrenan todos los días pero ven como una utopía, llegar a primera?
L.O: Les diría que no dejen de luchar. Que siempre hay que entrenar al máximo. Esa es la única manera de salir adelante. Entrenar duro toda la semana que la oportunidad llega.
M.S: Les diría que sigan, que no bajen los brazos. El sueño siempre está en llegar a primera y pegar el salto hacia otro país o un cuadro mejor.
¿Qué sueños les gustaría alcanzar?
L.O: Uno de mis sueños por suerte lo estoy cumpliendo. Estoy entrenando en la pre selección sub 20 que dirige Juan Verzeri. También es una meta alcanzada el hecho de estar entrenando en el plantel de primera. Quiero consolidarme y después soñar con el mundial de Turquía.
M.S: Me gustaría consolidarme en primera. Sumar minutos para lograr los objetivos que tengo en mente. Uno de ellos es vestir la camiseta celeste. El otro es poder despegar a otro país de Europa. Un destino que te cambie la vida.
¿Qué se comprarían primero? ¿La casa o el auto?
L.O: Primero me compraría el auto para poder venir a entrenar. Después sí, pensaría en adquirir una casa.
M.S: La casa es mi prioridad. Después se verá la posibilidad del auto. Primero tengo que aprender a manejar. Jeje.
¿Qué rol cumple la familia en su vida?
L.O: Muy importante. Vivo en Belevedere con mi mamá, mi abuela y mi padre. Siempre me acompañaron a todos lados. Ellos me apoyaron siempre. Desde el baby fútbol que me siguen a todos lados. Cuando tenía un partido malo y la bronca me mataba, ellos estaban ahí para bancarme.
M.S: Mis padres se separaron cuando yo tenía dos años. De allí en más, mi mamá se junto con Javier Nuñez. Esta persona me dio todo, me acompañó de chico a todos lados. Fue fundamental en mi crecimiento como persona y como futbolista.
¿Qué pensás de la política? ¿A quién votarías en las próximas elecciones?
L.O: No estoy muy metido en eso. Mis padres siempre votaron al Frente Amplio. Votaría más bien por ellos. No por una convicción propia. Cuando me toque votar, me voy a interesar. Por ahora no le presto demasiada atención.
M.S: No me interesa demasiado. Estoy contento en el país que vivo. Por lo menos se puede salir a la calle. En el día de mañana, cuando me toque votar, voy por el Frente Amplio como toda mi familia.
¿Te interesa estar informado y lo que pasa en el mundo?
L.O: Me interesa. Uno siempre tiene que estar informado. Miro informativos, principalmente los deportes. Me he enterado lo de los enfermeros que es una noticia universal. También me enteré que hay lío con Nacional por el recital de Paul McCartney.
M.S: Miro mucho el informativo, básicamente el deporte. Estoy informado de lo que pasa actualmente en nuestro país como el caso de la mujer que rescataron del mar. Pero no mucho, miro más bien fútbol de otros países.
¿Existe discriminación en el fútbol?
L.O: Creo que no. A mí me han dicho “Negro de mierda” varias veces. Es la calentura dentro de un partido. Lo que pasa allí, muere dentro de la cancha.
M.S: Dentro de la cancha se puede esperar de todo. Es habitual, por lo menos en Uruguay que entre a la cancha y te puteen o te digan: “Negro de mierda”.
¿Qué referentes has tenido en la dirección técnica?
L.O: Guillermo Almada me marcó mucho. Es muy estricto. Es un entrenador que quiere sacar el máximo de tu potencial. Es uno de los técnicos más relevantes de mi carrera por la oportunidad que me está dando. Antes tuve a otros entrenadores que me marcaron como es el caso de Edgardo Adinolfi, Sebastián Varela y Aníbal Saralegui.
M.S: El mayor referente que tuve fue Aníbal Saralegui en sexta división. También me enseñó mucho Diego Varela en sub 16 y quinta. Manuel Anzorena, Edgardo Adinolfi y Carlos María Morales fueron los que me dieron la confianza en que tenía posibilidades de poder llegar a primera.