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Rodero destacó la seguridad jurídica y seriedad de las autoridades políticas y económicas de Uruguay, así como las variables macroeconómicas sólidas y un regulador bancario efectivo y prudente.
Sostuvo que como desafío, el país debe buscar mecanismos para facilitar el crédito para la inversión, ya que a diferencia de otros países de la región, no necesita grandes esfuerzos económicos para reducir la pobreza.
Por su parte, José Manuel de la Cruz, presidente ejecutivo para Uruguay, apuntó que el Banco busca ampliar su participación en el mercado local, no ya con nuevas adquisiciones, sino expandiendo las herramientas existentes. En ese sentido señaló el interés en participar en la expansión de la bancarización del país a través de otorgar tarjetas de créditos y débitos del banco, de su operadora de crédito Valor, y de su acuerdo con Abitab.