“En cada estación le avisaba por la radio al controlador de tráfico que tenía problemas en los frenos. Del otro lado me respondían: seguí, seguí, seguí”. Eso le declaró Marcos Antonio Córdoba, maquinista que conducía el tren que se estrelló en la estación Once, a la Justicia argentina.
Además, Córdoba agregó que era “habitual” que existieran fallas en los materiales de los trenes, y negó el rumor de que estaba hablando por celular o mandando un mensaje de texto.
El maquinista sufrió golpes fuerte en sus piernas y lastimaduras en la cara, ya que quedó atrapado en el tren, pero no sufrió fracturas ni quedó en estado grave, según informa el diario Clarín. Córdoba, de 28 años, fue liberado hasta que concluya la investigación.











Pobre tipo, le creo todo.
Comentario by PEPE — 25 febrero, 2012 @ 20:07