Los casamientos son de los eventos más importantes a celebrar y de los hechos más significativos en la vida de las personas. Se suele pensar que los casados son más felices pero esa no debe ser una razón para apresurar este evento dado que un reciente estudio científico afirma que las personas casadas son menos felices que aquellas que viven en concubinato.
En términos de salud mental, autoestima y bienestar psicológico, el matrimonio ofrece pocos beneficios en comparación con el vivir juntos sin anillos de por medio.
Según el investigador Kelly Musick de la Universidad Cornell de la Ecología Humana, los individuos estudiados que solamente convivían con su pareja tenían una mejor autoestima y se mostraban más felices que quienes estaban casados. Según el estudio la convivencia ofrece más espacio para la independencia y el crecimiento personal y por ello genera individuos más sanos mentalmente. Contrariamente el matrimonio reduce el contacto con familiares y amigos y este efecto se prolonga en el tiempo generando problemas a nivel de autoestima y por ende un malestar psicológico.