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La competencia internacional del séptimo arte de Iberoamérica, con focos en el cine mundial, cine uruguayo y México como país invitado son algunas de las claves de este festival.
El décimoquinto Festival Internacional de Cine de Punta del Este es organizado por la Intendencia Departamental de Maldonado a través de su Dirección General de Cultura. Cuenta con un comité asesor que integran el Instituto del Cine y Audiovisual del Uruguay (ICAU), el Municipio de Punta del Este, Uruguay Film Commission y el Centro Universitario Región Este de la UdelaR.
La dirección artística está a cargo de un comité de programación que integran Alejandra Trelles y María José Santacreu, de Cinemateca Uruguaya, Gonzalo Arijón como delegado del ICAU y Patricia Boero representando a la Dirección de Cultura de Maldonado.
El festival otorgará su Premio Mauricio Litman, sobre estatuilla del escultor Octavio Podestá, a Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actriz, Mejor Actor y Premio del Público, distinguiendo las cintas de ficción y documentales que participen de la competencia oficial.
Los espacios itinerantes aportan la novedad de que este año implicarán pantallas al aire libre en Maldonado Nuevo, Cerro Pelado y San Carlos, con doble programa diario de películas integrantes de la muestra del festival.
En paralelo tendrá lugar una nueva edición, la tercera, del Work in Progress, premio al cine uruguayo en construcción, organizado por el ICAU, Uruguay Film Comisión y coordinado por Lucila Bortagaray, con el objeto de contribuir con la finalización de películas de producción uruguaya, generando espacios de diálogo e interacción entre profesionales nacionales e internacionales.
Avances de la programación
El pasado 20 de enero finalizó el período de recepción de películas propuestas por productores, distribuidores y realizadores para participar del festival y el comité de programación se encuentra trabajando en la selección de éstas y otras películas que están siendo invitadas al festival.
La programación contará con alrededor de cuarenta películas provenientes de más de quince países con un fuerte acento en el cine de América Latina. Habrá una Competencia Latinoamericana, un Panorama Iberoamericano y un Panorama Internacional, además de un Focus México como país invitado. Se trata de secciones en las que se incluyen largometrajes tanto de ficción como documentales.
Y, aunque la lista de películas e invitados no está todavía cerrada, ya se encuentran confirmados un número importante de títulos.
“El premio” (Paula Markovitch, 2011) es una coproducción entre México, Francia, Alemania y Polonia a pesar de que fue rodada en la costa atlántica argentina por una directora argentina y con un elenco argentino. Es una historia autobiográfica donde el destino de una familia y el retrato de la vida de una niña se enmarcan en la cruda y extrema realidad política de los años setenta en nuestro continente. Fue la ganadora del Oso de Plata en el pasado Festival de Berlin.
“Aballay, el hombre sin miedo” (Fernando Spiner, 2010), inspirada en un cuento del escritor argentino Antonio Di Benedetto, ha sido calificada de “western gaucho” y fue el envío de Argentina para los premios Oscar. Un drama desértico sobre la venganza y la redención que se centra en la vida de un gaucho salteador de diligencias, que decide expiar la culpa por un asesinato cometido ante los ojos de un niño, jurando no desmontarse nunca más de su caballo (en una referencia directa a San Simón el Estilita, figura que inspiró Simón del desierto de Luis Buñuel).
También argentina, pero con particular interés para el público uruguayo es el documental “El Polonio”, dirigido por Daiana Rosenfeld y Aníbal Garisto. Lejos del Cabo Polonio turístico y de moda, en el que muchos han intentado construirse su pequeño paraíso en miniatura, el filme de Rosenfeld y Garisto retrata al pueblo en una clave diferente: la de aquellos que han construido otro tipo de refugio, un territorio lejano donde calmar penas, una cura para el alma o el lugar donde combatir empecinados fantasmas.
En la sección dedicada a México, asoman historias como la de “Acorazado” de Álvaro Curiel, una comedia que parte de una idea en apariencia ingeniosa: un mexicano que quiere emigrar a los Estados Unidos pero que en lugar de saltar el muro o aventurarse por el desierto decide poner en práctica otra idea: subirse a una balsa y en cuanto llegue a Miami, hacerse pasar por cubano, lo que le garantizaría un asilo político inmediato.
En el otro extremo del espectro se sitúa “Días de gracia”, el primer largometraje de ficción de Everardo Gout. La película es un thriller que supo animar las sesiones de medianoche del último Festival de Cannes y que cuenta al menos con una rareza en su banda sonora: Scarlett Johansson cantando junto a Massive Attack un cover del clásico de jazz “Summertime”, de George Gershwin, interpretado originalmente por Janis Joplin y Nina Simone.
Por su parte, del prácticamente desconocido cine salvadoreño llega “El cadáver exquisito”, posiblemente uno de los títulos más experimentales y arriesgados que se incluyen en el festival. La película, tal como el famoso juego surrealista, intenta conjugar en un mismo film varias facetas convergentes de la mitología salvadoreña, como la lucha libre y el día de los muertos con el sexo y la prostitución, estableciendo una intrincada relación con filmaciones de historia reciente centradas en la guerra civil de 1980-1992.
Otro de los filmes arriesgados en su estética pero entrañable en su contenido es el más reciente documental de Eduardo Coutinho. “As cançoes”, que parte de una premisa sencilla: preguntarle a la gente qué canción brasileña es la más importante en sus vidas, animarlas a cantar un fragmento a capella y a contar la historia que las ha vuelto tan relevantes. Así Coutinho presenta dieciocho canciones y dieciocho historias de vida. Todos los entrevistados debían sentarse, solos, frente a la cámara, para contar su historia. Y por allí pasan las canciones de Roberto Carlos, Jorge Ben Jor, Chico Buarque y Noel Rosa, entre otros.
Y si de riesgos hablamos, de Cuba llega “Chamaco”, de Juan Carlos Cremata, una película extrema y sin presupuesto que es también oscura (en todos los sentidos). Un crudo y controversial relato sobre la pobreza, la corrupción y la prostitución masculina en Cuba, que, para agregar controversia sobre controversia, tuvo su première internacional en el Festival de Miami.
Esta edición del festival incluirá otros dos filmes que se estrenaron en la pasada Berlinale: “Las malas intenciones”, coproducción entre Perú, Alemania y Argentina que se llevó el premio a la Mejor Película Latinoamericana del pasado Festival de Mar del Plata y que muestra el mundo a través de los ojos de Cayetana, una niña con un oscuro sentido del humor que tiene la certeza de que va a morir el día en que nazca su nuevo hermano. Y “Medianeras”, del argentino Gustavo Taretto, una historia de amor y… arquitectura, ésta última a veces tan errática como el primero, sobre todo si se observa, como ha hecho Taretto, el caos que ofrecen las paredes medianeras en los edificios de Buenos Aires. Un caos del que a veces nace la involuntaria belleza que retrata esta comedia romántica con agilidad e inteligencia.
Esta edición del Festival Internacional de Punta del Este -explicaron sus responsables- apuesta a la amplitud de propuestas, tanto en lo que respecta a los géneros como a las temáticas, los estilos y procedencias, de modo de traer a las pantallas de Punta del Este y Maldonado, un panorama del cine iberoamericano e internacional actual que, conservando las calidades, se mueve con comodidad del cine de autor al cine industrial, de las producciones de alto presupuesto a aquellas realizadas con los medios más escasos, de cinematografías establecidas a aquellas emergentes. Es así como conviven una comedia experimental, como “Querida, voy a buscar cigarrillos y vuelvo”, la última película de los argentinos Gastón Duprat y Mauricio Cohn con “Boleto al paraíso”, del cubano Gerardo Chijona, un relato basado en el libro “Sida: confesiones a un médico”, que se exhibió en el Festival de La Habana y en la sección World Cinema del Sundance, junto con producciones de cinematografías que corrientemente no llegan a nuestro país, como la guatemalteca “El regreso de Lencho”, de Mario Rosales, la salvadoreña “El cadáver exquisito” o la costarricense “El regreso, de Hernán Jiménez”
En lo que refiere al panorama internacional, se presentarán diversas películas de España, Estados Unidos, Croacia, Bélgica, Italia, Japón, Dinamarca y Francia. Entre ellas se destacan “La princesa de Montpensier” (competidora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes del 2010), de Bertrand Tavernier, una historia de amor cortesano en el marco de la guerra entre católicos y protestantes del siglo XVI.
También se destaca “Intercambio de almas”, de la franco-estadounidense Sophie Barthes, una película cercana por su estilo y temática a los filmes de Charlie Kaufman escrita en clave de comedia, en la cual se plantea como premisa una institución en la que la gente puede sacarse el alma por tiempo determinado, para no sentir nada y aliviarse de sus penas. La película -protagonizada por Paul Giamatti y Emily Watson- funciona como metáfora de la reciente hibridización entre el mundo new age y la medicación excesiva, que plantea en definitiva, la reducción de las sensaciones a través de antidepresivos y psicofármacos (así como también ciertas mafias, metaforizadas hilarantemente por el “tráfico de almas” entre Estados Unidos y Rusia).
Además se exhibirá el excelente documental danés “La buena vida” (Eva Mulvad, 2010), ganador del prestigioso festival de Karlovy Vary.
Esta película retrata la vida de una madre y su hija que, acostumbradas a los lujos de la aristocracia, nunca trabajaron en su vida. Sin embargo, encontrándose ya en la tercera edad, completamente en quiebra tienen que buscar una nueva manera de ganarse el sustento. La forma íntima en que son retratadas estas mujeres, que se acompaña con el marco del gigantesco palacio portugués venido a menos en donde residen y muchas filmaciones de época, recuerda a la película de culto “Grey gardens” (Albert y David Maysles, 1975).
De Uruguay, se exhibirán las ganadoras del Work in progress de la pasada edición, ya finalizadas con la ayuda del premio: “Las flores de mi familia” de Juan Ignacio Fernández y “Hospi” de Fernando Castelli. Además, el filme “Amor robot” de Nicolás Branca, entre otras que aún no han sido confirmadas.
Y para la función de clausura del festival, que se realizará el sábado 17 de marzo en la Sala Cantegril, se realizará la exhibición en calidad de premiere latinoamericana de la “La demora”, el tercer largometraje del uruguayo radicado en México Rodrigo Plá y la primera película que el director ha rodado en Uruguay. El filme tiene a la actriz uruguaya Roxana Blanco en el rol protagónico y trata sobre la vida rutinaria de una madre de tres hijos que debe tomar la decisión de internar o no a su padre en un asilo de ancianos.
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Excelentes noticias!!! Al fin un festival de cine de calidad en Punta del Este.
Comentario by Julia — 29 enero, 2012 @ 2:41