![]() 17°C |
tiempos modernos
Falta menos para que termine enero. Para los periodistas es una buena noticia. Se logró llenar el diario todos los días y hasta con cosas interesantes, pero créame lector, que no sin sacrificio. Cuando vea que se lleva a la tapa una entrevista propia, o temas como que la presidenta de otro país deja el luto, que falta menos para Carnaval o para los Oscar, o se insiste por cuarto día en que los sitios de descargas están nerviosos, sepa comprender, querido lector. Piense que algunos medios tiraron una quincena con la noticia de que una niña que estaba en espera por fin había sido dada en adopción.
Los eneros siempre fueron eneros y siempre han terminado. Lo que está resultando alarmante para nuestra profesión es que a nadie se le ocurre un tema nuevo de alarma. Hace una semana Brecha puso en tapa el problema del nuevo uruguayo. Se cree vivo. Está chocho. Así no se hacen diarios, señores. Los todólogos en seguida nos recordaron que la desocupación y la economía ya no pican entre las preocupaciones de los uruguayos. A llorar al cuartito, sí, pero, ¿llorar por qué? Al fin y al cabo, el nuevo uruguayo sigue siendo uruguayo.
¿La salud? No sirve. El 60% aprueba la reforma y mucho más está conforme con su atención. ¿La educación? Bueno, sí. Pero tiene dos problemas: primero que ya se volvió una cosa complicada, y segundo que en enero se le dio al tema hasta que terminó por haber acuerdo.
Igual, es prometedor, hay que saber encontrarle la vuelta. los temas municipales ya no están a la altura del nuevo uruguayo: al final el catastro de Canelones bajó la mayoría de las contribuciones y en Montevideo se comenzaron a escuchar tímidos elogios de la oposición.
- Vamos a darle a la seguridad. Ese no falla.
- Mismo. En enero siempre hay más asesinatos.
- Ta, vamos.
- Ta.
- ¿Y qué hacemos?
- Interpelamos al Bicho.
- Ta.
Záz. Justo ahí sale el cabeza de la oposición a decir que Bonomi es el mejor ministro de los últimos años. Sale el sociólogo Rafael Paternain, que renunció al Observatorio Nacional sobre Violencia y Criminalidad enojado con Bonomi a decir que en realidad antes había más homicidios y no menos. Sale el BID a decir que somos el país menos violento de la región. Yo me pregunto, toda esa gente, ¿por qué no se va de vacaciones? ¿No tiene otra cosa que hacer que pinchar globos?
Esa era la triste situación hasta que un patriota convocó por Internet a una marcha por la renuncia de Bonomi. Bien por él, pero no resultó confiable. En el Obelisco se reunió la friolera de 18 personas (por usar lenguaje de página policial), que se pueden contar fácilmente gracias a la foto de Javier Calvelo en La Diaria, cifra que no incluye a otro tanto de periodistas que también están en la foto. Personas indignadas, pero no con Bonomi, sino con el convocante, que no se tomo la molestia de ir. No, mijo: el patriotismo exige sacrificio; era enero pero estaba bastante fresquito.
Conclusión, querido lector, sería lamentable que el resultado del gobierno progresista fuera un nuevo guarango que quiere todo ya, pero no le da ni para quejarse en forma. Una amiga argentina dice que en los últimos siete años notó que en el Aeropuerto ya no la reciben con sonrisas, sino que la destratan con mal humor. Lo que precisamos es alguien que tire un tema.
Se anuncia que este diario plural, el único en el Uruguay, corre riesgo cierto de cierre. Y cabe la pregunta como puede ser que en un país con gobierno de izquierda tengamos latente la posibilidad de desaparición del único diario plural (de izquierda). ¿Qué lee el 52% de la población? ¿El diario caganchero, el de alguna secta, o qué?
Yo me informo por internet pero también compro La República.
El riesgo de cierre de La República es un tema para nada menor y que merece un llamado a la gente de izquierda ya que de lo contrario nos quedaríamos sin prensa escrita para leer. Después no valen los quejidos.
Comentario by hugo — 28 enero, 2012 @ 9:22